24 de mayo de 2011

Asambleas en España

Antes de nada decir que siento la ausencia de las últimas semanas. Como el título del blog indica, este espacio lo tengo abierto para aportar todo aquello que considero ofrece un punto de reflexión para salir del estado aletargado en el que estamos sumidos, principalmente en occidente. Como muchos, y espero que todos sabréis, estas últimas semanas las redes sociales han tenido un movimiento especial en nuestro país, promoviendo un voto responsable en el momento en que se convoquen elecciones, como fue el caso de ayer. En la última entrada, de hecho, posteé un escrito de la web de Anonymous de las Islas Baleares sobre la operación V de Votaciones, que va precisamente de esto. No ha sido solamente Anonymous, sino muchas plataformas, y ante todo, muchísimos ciudadanos, los que se han movido para que la gente piense antes de meter su papeleta en la urna. Este movimiento ha crecido y mucho, hasta el punto de que ya no vemos suficiente esa reflexión a la hora de votar, sino que tenemos claro que el sistema está fallido, y visto que no hay forma de que se nos escuche a nosotros, el pueblo, a quien supuestamente representa lo que llaman erróneamente democracia algunos en este país, muchos hemos salido a la calle donde se convocan asambleas diarias, lugar en que nuestra voz sí es escuchada.
He estado en la maravillosa acampada de la Puerta del Sol y quiero contar la experiencia. Estoy escribiendo una entrada sobre ello pero me lleva tiempo porque son muchas las cosas que considero, son necesarias contar. Por eso quiero adelantar esta entrada invitando a la gente a las asambleas de sus ciudades.

Como decía, nuestra política a día de hoy es prácticamente inexistente ya que no tenemos un espacio en el que poder hablar entre nosotros, los ciudadanos, como iguales, que tenga luego una validez real a la hora de llevar las decisiones a la práctica. Tenemos un par de representantes prácticamente impuestos por una ley electoral que supone un verdadero fraude si de democracia queremos hablar, además del poder de los medios de comunicación y grandes multinacionales modelando nuestro pensamiento en favor de intereses. Son muchos los pensadores de filosofía política y de otras ramas que mantienen a día de hoy numerosos debates de cómo la esfera pública se ha ido separando paulatinamente del sistema que se supone que la representa. Se dice que la gente no quieren oir hablar de política porque no se siente identificada con ella, y haciéndose a un lado, permite por omisión que ésta la realicen fuerzas mayores que no responden a los intereses del ciudadano. Lo digo con total sinceridad: acabamos de dar una lección al mundo.
Cada día, en prácticamente cada ciudad de España, están teniendo lugar asambleas donde todo aquel que lo desee puede participar. Se ofrecen propuestas, se debaten, y luego se votan. Las que salen adelante se llevan a cabo independientemente de que los que están más arriba mandando cómodamente desde el sofá las aprueben o no, porque el pueblo está comenzando a tomar conciencia de que si él es el pueblo, y esto es una democracia, lo que se vota entre todos es lo que vale, y no lo que deciden unos pocos. Por supuesto esto es sólo un principio, pues hay cosas que nosotros no podemos realizar, y además no acuden todos los ciudadanos... pero señores: tienen la oportunidad de hacerlo. El mayor problema que he podido observar es que la gente tiene miedo de hablar: llevamos tantos años sabiendo que nuestra opinión no vale nada, que ahora que tenemos oportunidad nos callamos. No se callen, hagan el favor, y acudan a las asambleas, aunque solamente sea por la experiencia.
Con el tiempo han ido anulando nuestra capacidad de reflexión, nos han convertido en personas dependientes de la televisión y el consumismo en general. Ya en estos últimos años lo que nos había absorbido era el ciberespacio, pero el ciberespacio nos ha permitido conectarnos y darnos cuenta que el peso que llevávamos encima era compartido. Nos hemos 'indignado' como nos pedía
Stéphane Hessel, y hemos salido a la calle a recuperar lo perdido.
Nos estamos organizando, ahora sabemos que podemos. Y lo que puedo decir por propia experiencia es que es una maravilla. Con el tiempo me he ido separando de la gente, perdiendo el contacto. Naturalmente todo el mundo tiene a sus amigos, pero no es lo mismo, no es a eso a lo que me refiero. Cuando acudes día a día a una asamblea con muchísimos ciudadanos como tú empieza a nacer un vínculo de solidaridad que ahora mismo no sabría expresar con palabras más precisas. Pero te sientes bien. Escuchas opiniones de todo tipo, pero se pueden escuchar todas, y la gente está dispuesta a escuchar y lo que es mejor, a colaborar. Hay buen ambiente y se genera un cierto sentimiento de hermandad. Hay mucha hostilidad en nuestros tiempos, y esto resulta ser una vacuna de lo más efectiva. Y si por un casual las asambleas no tienen lugar en tu ciudad o no están bien organizadas, puedes comenzarlas o darles la forma necesaria porque de seguro vas a recibir apoyo rápidamente.
A mí no me cabe la menor duda de que este fenómeno es impresionante, digno de un buen estudio. Me gustaría saber qué opina Habermas al ver que los ciudadanos, tan apartados como han llegado a quedar de la política de sus países, hayan decidido juntarse por ellos mismos en un nuevo ágora al más puro estilo de la Grecia clásica a debatir y construir una democracia real.

Sé que es pronto, pero también sé que es un gran principio. Sólo quiero invitar a todo aquel que quiera hablar sobre el tema de la 'Spanish Revolution' a acudir a las asambleas que tienen lugar en su ciudad, porque merece la pena. Ahora tienes la oportunidad de hacerte oir, no te arrepientas de desperdiciarla. Por supuesto aún no hemos cambiado radicalmente nada, pero estamos en el proceso, estamos en el método, y cuanto más unidos y organizados estemos, más avanzaremos. Como dicen por ahí... "esto es el principio".

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