30 de marzo de 2010

El verdadero poema de la riqueza, por Whitman

Haré el verdadero poema de la riqueza,
Ganando para el cuerpo y la mente todo lo que se adhiera y
avance y no sea derribado por la muerte;
Derramaré egoísmo y mostraré que es subyacente a todo, y
seré el bardo de la personalidad, y mostraré del macho
y la hembra que uno no es más que el igual que al otro,
¡Y los actos y órganos sexuales! prestadme atención, pues
estoy decidido a deciros con voz clara y valiente,
a demostraros que sois ilustres,
Y mostraré que no hay imperfección en el presente, y que
no puede haberla en el futuro,
Y mostraré que aquello que le ocurra a cualquiera puede
dar de sí maravillosos resultados,
Y mostraré que nada puede ocurrir más hermoso que la
muerte,
Y pasaré un hilo a través de mis poemas para demostrar
que el tiempo y los sucesos están unidos,
Y que todas las cosas del universo son perfectos milagros,
cada una tan profunda como otra.
No haré poemas con referencia a las partes,
Mis poemas, canciones, pensamientos, harán referencia al
conjunto,
No cantaré con referencia a un día, sino con referencia a
todos los días,
No haré un poema, ni la menor parte de un poema que no
se refiera al alma,
Pues habiendo contemplado los objetos del universo, veo
que no hay ninguno, ni la menor partícula de uno,
que no se refiera al alma.

Walt Whitman, Hojas de hierba.