28 de noviembre de 2010

«Wu-wei», o la no acción

“Ahora trabajo con mi espíritu

y no con mis ojos.

Allá donde el conocimiento

y los sentidos se detienen

el espíritu es el que actúa.”1


Esto es lo que el cocinero Ding le explica a Wen Hui cuando éste le descubre descuartizando un buey con gran soltura al cuchillo, sin que se esté parando a pensar en los movimientos que está realizando. En este pasaje de Zhuang Zi, Wen Hui termina diciéndole al cocinero Ding que ha comprendido lo que significa nutrir lo que denominan el “Principio Vital”: sería la superación del ego, de toda forma, de los sentidos e incluso del conocimiento para pasar a trabajar con el espíritu, sin necesidad de pensar lo que se está haciendo en cada paso que se realiza. Dejarse hacer, entender cada cosa como parte de uno mismo, y no uno mismo como un yo separado de la realidad. Este conocimiento no se adquiriría buscándolo sino que sería un conocimiento espontáneo: un resultado alcanzado sin búsqueda. Una comprensión que no se alcanza tratando de comprender sino, como el niño que contempla el mundo tal y como es, se alcanza sin prejuicios. Se trata de dejarse fluir. Se entiende así que uno no puede forzar las acciones porque está dentro del fluir mismo de la naturaleza, que es a su vez él mismo. Aquí es donde se puede entender el término chino wu-wei: la no acción o no resistencia. No se trata de no hacer nada sino de seguir el camino de la menor resistencia, de aprovechar el flujo, la “energía” en tu favor en vez de ir en su contra, de manera que se alcance fluidez con el mínimo esfuerzo. Alan Watts apuntaba, a propósito de esto, el hecho de que no se puede hacer nada más que lo que se está haciendo en el momento presente porque no existen más tiempos en los que tengamos experiencia2. Y como no tenemos posibilidad de hacer otra cosa, porque el momento presente es continuo y no puede ser alterado (siempre es presente), la felicidad sería mas bien querer lo que se hace que intentar hacer siempre lo que se quiere. Oponer resistencia se entiende así como un malgasto de una energía innecesaria. Uno no puede tener el futuro controlado porque no hay más que el ahora, y éste fluye de un único modo.

1ZHUANG ZI. Los capítulos interiores de Zhuang Zi. Madrid: Trotta, 2005, p. 69

2WATTS, Alan. El camino del Tao. Barcelona: Kairós, 1976, p. 135

1 comentario:

Saryn dijo...

Increíble, ¡me encanta!
Eres mi gurú darling :)