5 de diciembre de 2010

Hijos de la Tormenta

Dioses fecundadores, de la tormenta
dejad,
caer a vuestros rayos sobre los destructores
de vuestra creación.
Forjad,
un mundo nuevo y
penetrad,
con amor a Gaia, tan olvidada.
Pulverizad,
vuestra vieja creación y que
Cronos se ocupe de que Gaia posea el Tiempo,
suficiente y necesario,
para renovarse.
Haced
luego llover, hacedle el amor,
y no ceséis en días y días,
hasta que del cariño, y el amor más pasional
que albergarse pueda,
nazcan las verdaderas criaturas,
que dignas sean
de llamarse: “Hijos de la Tormenta”.

Que lleven en su corazón
el rayo que les de valor,
para así aprender que no pueden
ser mejores de lo que son,
pues son creación divina.
Y que entre ellos,
no hay distinción.
Y que madre es Tierra y padre,
el Cielo.
Y que nada hay en madre o padre que tengan derecho
a destruir.
Dales el valor
para comprender esto,
siendo este el conocimiento más complejo y verdadero.

La antigua creación caducó,
y ni si quiera llegó a cuajar.
Es necesario saber perder, porque es
necesario saber que ni se gana ni se pierde.
La creación de ayer
fue el boceto de la creación de mañana.
Crea a los “Hijos de la Tormenta”,
deshazte de tus bocetos
y no creas que existe meta alguna.
Pues siempre,
cuando creas llegar a una debes
comprender que la siguiente existe también
y está más allá.
Así pues no ceses,
y sigue
caminando.

28 de noviembre de 2010

«Wu-wei», o la no acción

“Ahora trabajo con mi espíritu

y no con mis ojos.

Allá donde el conocimiento

y los sentidos se detienen

el espíritu es el que actúa.”1


Esto es lo que el cocinero Ding le explica a Wen Hui cuando éste le descubre descuartizando un buey con gran soltura al cuchillo, sin que se esté parando a pensar en los movimientos que está realizando. En este pasaje de Zhuang Zi, Wen Hui termina diciéndole al cocinero Ding que ha comprendido lo que significa nutrir lo que denominan el “Principio Vital”: sería la superación del ego, de toda forma, de los sentidos e incluso del conocimiento para pasar a trabajar con el espíritu, sin necesidad de pensar lo que se está haciendo en cada paso que se realiza. Dejarse hacer, entender cada cosa como parte de uno mismo, y no uno mismo como un yo separado de la realidad. Este conocimiento no se adquiriría buscándolo sino que sería un conocimiento espontáneo: un resultado alcanzado sin búsqueda. Una comprensión que no se alcanza tratando de comprender sino, como el niño que contempla el mundo tal y como es, se alcanza sin prejuicios. Se trata de dejarse fluir. Se entiende así que uno no puede forzar las acciones porque está dentro del fluir mismo de la naturaleza, que es a su vez él mismo. Aquí es donde se puede entender el término chino wu-wei: la no acción o no resistencia. No se trata de no hacer nada sino de seguir el camino de la menor resistencia, de aprovechar el flujo, la “energía” en tu favor en vez de ir en su contra, de manera que se alcance fluidez con el mínimo esfuerzo. Alan Watts apuntaba, a propósito de esto, el hecho de que no se puede hacer nada más que lo que se está haciendo en el momento presente porque no existen más tiempos en los que tengamos experiencia2. Y como no tenemos posibilidad de hacer otra cosa, porque el momento presente es continuo y no puede ser alterado (siempre es presente), la felicidad sería mas bien querer lo que se hace que intentar hacer siempre lo que se quiere. Oponer resistencia se entiende así como un malgasto de una energía innecesaria. Uno no puede tener el futuro controlado porque no hay más que el ahora, y éste fluye de un único modo.

1ZHUANG ZI. Los capítulos interiores de Zhuang Zi. Madrid: Trotta, 2005, p. 69

2WATTS, Alan. El camino del Tao. Barcelona: Kairós, 1976, p. 135

19 de noviembre de 2010

El Sáhara: injusticias vestidas de buenas intenciones

Desde hace años ya, ha existido un conflicto en el Sáhara Occidental. Sin embargo, a ratos los medios de comunicación se han centrado en él, a ratos lo han olvidado. La política lo ha olvidado desde el primer momento, pero se ha cuidado de que interpretemos que no lo ha hecho, vistiéndose de gala. Así nuestro estado nos vende que colabora activamente en las acogidas de los niños saharauis en nuestro país durante el verano, y mientras deja que se mueran impunemente.

En estos últimos días el problema del Sáhara ha vuelto a cobrar gran importancia debido a la represión marroquí que sufrió el campamento protesta a las afueras de El Aaiún. Ni qué decir que si no se hubiese muerto un saharaui español en manos de los marroquíes, apenas nos habría llegado el eco de la noticia. La represión se cobró no pocos muertos y bastantes heridos, y España se mantuvo en silencio. Los españoles se empezaron a molestar, y entonces empezaron las mentiras. Primero nos llega la noticia de que Marruecos desmanteló el campamento de Gdaim Izik para salvar a ciudadanos inocentes de manos de las milicias, y que el saharaui español murió atropellado. Si esto fuese así, ¿por qué Marruecos impediría el paso a la prensa española? Lo cierto es que el campamento era una forma pacífica de protestar que las fuerzas marroquíes arrasaron, y sobre el saharaui español ya vimos suficientes imágenes al respecto. Pero la última noticia es la más inverosímil, la última gran artimañana ha sido decir del Frente Polisario que forma parte de Al Qaeda. Con esto España puede limpiarse las manos, lo que no sé es cómo puede limparse la conciencia. Al decir esto se está dando luz verde para que Marruecos cargue contra los saharauia sin tener que dar explicaciones, y además, permite a España seguir manteniendo sus buenas relaciones con Marruecos. De hecho, se esperará que colabore en la eliminación del FP, pues todos estamos unidos en contra del terrorismo. Lo que nadie dice es que nos unimos para arrasar con poblaciones civiles para conseguir recursos naturales mintiendo a nuestra población civil, a la cual le decimos que vamos a combatir el terrorismo. Un terrorismo que en el mayor de los casos no existe. Un terrorismo que, seamos claros, perpetuamos nosotros mismos. España vende armameno a Marruecos, España colabora activamente en la represión saharaui. España saca tajada con todo esto y se disfraza de país democrático y liberador, como le hemos visto hacer a los Estados Unidos en más de una ocasión. Y lo peor no es que el gobierno haga algo así, lo peor es que la población civil le permita hacer algo así. El problema, como vengo diciendo en más de una ocasión, es la falta de conciencia sobre lo que sucede, es el fuerte conformismo que padecemos.

Una pequeña propuesta que ha surgido y parece que no va del todo mal, es enviar una carta personalizada sobre nuestra opinión respecto el conflicto del Sáhara a los europarlamentarios, y pedirles también que tomen medidas desde el Parlamentp Europeo. Por supuesto sólo es un granito de arena, pero como dice el cuento, un último copo de nieve, a pesar de lo ligero que es, es el que causa la ruptura de la rama. El cómo hacerlo y parte de la información la podemos encontrar en: http://sahararights.net/

Mientras tanto, observaré cómo España va pensando nuevos trucos con los que disfrazar su realidad en la que es cómplice de muertes, y lo que más temo, cómo esas mentiras van penetrando en nuestras conciencias hasta que creamos que España y Marruecos van a salvar al mundo del terrorismo. Quizás no tardaremos en fundar un Ministerio de Desinformación. Mientras, no olviden que si la prensa no puede entrar en El Aaiún no es precisamente porque esté teniendo lugar una liberación de personas inocentes.

28 de septiembre de 2010

La gran huelga: esa gran mentira

Ha vuelto ha ocurrir. Me refiero al movimiento en masa. No sé qué ocurre en estos últimos tiempos que una idea triunfa o no triunfa, pero si triunfa, lo hace a costa de cualquier capacidad de raciocinio. Cité tiempo atrás el pánico masivo que generó la llamada gripe A, una gripe que padecí y que era mucho más amena que la que denominan gripe común. Ahora es la huelga: todo el mundo va a la huelga.
Lo que aquí quiero decir es que la mayor parte de la gente va a la huelga sin saber a dónde va y porque los demás van. No sé por qué este absurdo de seguir las masas está tan arraigado, pues sólo de pensarlo suena estúpido. Miren las modas. Pero el problema es que ocurre. Mañana estarán en huelga españoles que no conocen la reforma laboral, ¿qué hace esta gente haciendo huelga? A mí me extraña que no haya una gran huelga real, es decir, con conocimiento de causas y pasión, no por la reforma laboral sino por la estupidez humana en general. Esta huelga se tilda de histórica antes de saber si algún día será recordada. Los sindicatos están contentos, dicen que tendrá un gran éxito. El éxito sería paralizar el país, y los sindicatos mayoritarios han pactado CON EL GOBIERNO los servicios mínimos que garantizan que todo siga su cauce, ¿nadie se da cuenta de lo estúpido que es? Además que un país no se paraliza por un día de huelga. Si la huelga fuese eso, un día sin ir a trabajar, no sirviría de nada. Se necesita de una revolución, y la revolución tiene que ser de conciencia, de darse por fin uno cuenta de las cosas, para que luego, en cada acción, se de un paso hacia un cambio real.
Hay cien mil razones para estar molesto, y la huelga es una reacción por una política errada que iba a tener lugar tarde o temprano. La huelga naturalmente tiene su razón de ser, y hay motivos nobles en ella. El problema es que no son estos los motivos que la mayor parte de la gente tiene en mente, porque la gente está actuando como un rebaño. Y al decir que la reacción se daría tarde o temprano por una política errada no me refería a la política de un partido político, sino a la política en general. Desen cuenta que en crisis hubiésemos caído con cualquier presidente: que no la ha provocado un partido sino un sistema que no hace más que fallar, que está por detrás de cualquier color. Y naturalmente, que la falta de capacidad para pensar por uno mismo haga de nuestras elecciones generales un duelo de dos, ayuda en demasía.

1 de abril de 2010

«Hsiang-sheng», o surgimiento mutuo

Hsiang-sheng, o surgimiento mutuo, es un término chino para referirse a una visión interdependiente de las cosas. Según el surgimiento mutuo, todas las cosas son parte de lo mismo y lo mismo; anula las secuencias, las causas. Es una visión del mundo, de la naturaleza, orgánica y relacional, por el contrario de una visión mecanicista donde todas las operaciones sucederían de modo lineal y serían fácilmente expresables en un libro. Naturalmente, acercarse a esta visión por medio de la recta razón resulta inútil.

No hay en el mundo nada que esté desasociado, ya que las desasociaciones las creamos los seres humanos al catalogar las cosas, al intentar explicar el mundo de este modo lineal (tan occidental) al que se nos escapa su misma esencia. Cualquier persona que abra un poco los ojos verá que una misma cosa resulta buena o mala para según quien, mostrando que nada de por sí posee maldad o bondad; hemos cargado el mundo de concepciones humanas, lo hemos antropomorfizado. La complejidad de la naturaleza radica en el intento de analizarla. Esto sucede porque es un modo de proceder contrario a sí misma, que da unos resultados empobrecidos, reduciendo un modelo orgánico a un modelo mecánico, según el cual terminamos viendo el mundo como un montón de seres separados del total, acabamos por vernos desasociados de todo aquello que nos rodea. Nos sacamos de nuestro entorno, nosotros mismos, mediante unos métodos que salta a la vista que están más que errados en su modo de proceder para conocer el mundo. Al y fin y al cabo, no parece que comprendamos nada. Como dice Alan Watts, intentar escribir sobre la naturaleza, separando cada una de sus partes como si de una máquina se tratase, es como intentar enderezar el agua[1]. Según el modelo orgánico de la naturaleza, como decía, todo se sucede, como el flujo del agua. Y si el agua se estanca termina por estropearse, por pudrirse, como pasa con todo aquello que acaba por no fluir.

Igual que no hay explicación que se acerque a la experiencia del acto sexual, no hay explicación que se acerque a la propia experiencia orgánica de la naturaleza. Pues como dije ya tiempo atrás: en la realidad, las reglas son superadas.

30 de marzo de 2010

El verdadero poema de la riqueza, por Whitman

Haré el verdadero poema de la riqueza,
Ganando para el cuerpo y la mente todo lo que se adhiera y
avance y no sea derribado por la muerte;
Derramaré egoísmo y mostraré que es subyacente a todo, y
seré el bardo de la personalidad, y mostraré del macho
y la hembra que uno no es más que el igual que al otro,
¡Y los actos y órganos sexuales! prestadme atención, pues
estoy decidido a deciros con voz clara y valiente,
a demostraros que sois ilustres,
Y mostraré que no hay imperfección en el presente, y que
no puede haberla en el futuro,
Y mostraré que aquello que le ocurra a cualquiera puede
dar de sí maravillosos resultados,
Y mostraré que nada puede ocurrir más hermoso que la
muerte,
Y pasaré un hilo a través de mis poemas para demostrar
que el tiempo y los sucesos están unidos,
Y que todas las cosas del universo son perfectos milagros,
cada una tan profunda como otra.
No haré poemas con referencia a las partes,
Mis poemas, canciones, pensamientos, harán referencia al
conjunto,
No cantaré con referencia a un día, sino con referencia a
todos los días,
No haré un poema, ni la menor parte de un poema que no
se refiera al alma,
Pues habiendo contemplado los objetos del universo, veo
que no hay ninguno, ni la menor partícula de uno,
que no se refiera al alma.

Walt Whitman, Hojas de hierba.