Sr. presidente:
Estoy TAN indignada. Todavía no doy crédito a que España haya intervenido en la guerra de Libia, añadiendo además que: "nuestro objetivo no es Gaddafi". Pues acláreme a qué va. En Túnez Ben Alí no tenía apoyo del pueblo, en Egipto tampoco lo tuvo Mubarak, pero en Libia muchos apoyan a Gaddafi y nuestro país se ha posicionado a favor de los rebeldes - ¿debo recordar que Gaddafi siempre fue el mismo dictador y España le estuvo vendiendo armas?
Aunque no es el principal motivo de mi carta, quiero remarcar el hecho de que esta invasión – aunque usted no la llame así – me indigna, pues se opuso a la de Iraq, y hoy nos ha demostrado que se vende como otro lo hiciera con anterioridad. Nos vendemos a los Estados Unidos de América, esa es la gran verdad. Y aquí viene el principal motivo por el que me he puesto a escribir: la falta de compromiso de nuestra política con sus ideales, ya que ésta se vende al mejor postor.
No escribo por la guerra de Libia aunque también quiero explicaciones, sino por el soldado Manning. ¿Sabe quién es el soldado Manning? Un joven que tiene mi edad y que ha sido condenado por destapar crímenes de guerra. Es el verdadero protagonista de las filtraciones de WikiLeaks. En mayo hará UN AÑO que está encarcelado en una situación nefasta, que va en contra de los derechos humanos que tanto predicamos y que imponemos por medio de fuego a Libia. Exijo a mi gobierno que pida explicaciones públicas a los Estados Unidos de América con respecto al trato que Manning está recibiendo, que cumpla su compromiso con la “Declaración Universal de Derechos Humanos”. Hasta donde yo tengo entendido, no es delito destapar todas las mentiras y actos atroces de nadie, aunque sean de los mismísimos Estados Unidos. El soldado Manning ha dejado al descubierto actos terribles que deben ser condenados. No es quien debe ser juzgado.
Este soldado tiene 23 años de edad, es un niño, y está siendo torturado en prisión por obedecer a su conciencia, la cual le permite distinguir lo que está bien - destapar crímenes de guerra - de lo que está mal - tener conocimiento de actos atroces y callarse siendo cómplice. La línea entre el bien y el mal que aquí dibujo está basada en la declaración universal antes citada, pues el artículo 19 dice así: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Es decir, el soldado Manning tenía derecho a difundir esa información teniendo en cuenta que lo que ahora conocía atentaba contra gran parte de los derechos humanos, y eso es algo que debe ser denunciado para que pueda condenarse.
Quiero saber por qué España calla, y quiero que alce la voz defendiendo aquello que predica.
No quiero que me responda con un papel cargado de leyes o derechos, y si va a hacer eso, al menos arguménteme bien el motivo, explíquenme claro lo de Libia y el silencio ante la tortura que está recibiendo el joven soldado. Le recuerdo que según el artículo 5 de dicha declaración “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
¿Por qué iba España a condenar los crímenes de Gaddafi y no los de Estados Unidos?